Benissa está situada en el extremo norte de la Costa Blanca, justo al lado de la autopista A-7; el trayecto desde y hacia el aeropuerto de Alicante dura algo más de una hora. El pueblo es pequeño, pero encantador con su arquitectura medieval y sus preciosas plazas.
Benissa es el pueblo más antiguo y bonito del interior de la comarca. A finales de los años ochenta y noventa, las autoridades locales comenzaron a rescatar la parte histórica del pueblo de la decadencia gradual. Hicieron un magnífico trabajo de restauración de las espléndidas casas de la ciudad de los siglos XVII y XVIII, gracias a ello, pasear por el Centro Histórico de Benissa perfectamente conservado es un verdadero placer. Balcones y escudos heráldicos decoran los edificios históricos que bordean las estrechas calles del pueblo. La iglesia parroquial dedicada a la Puríssima Xiqueta, el ayuntamiento, las antiguas salas del Consejo, la casa de Juan Viñas y el Monasterio Franciscano son algunos de los edificios históricos que merecen ser visitados.
Aunque Benissa está situada en el interior, también tiene 4 kilómetros de costa. La Cala de la Fustera es la mejor para visitar ya que tiene el aparcamiento más grande! La pequeña playa es un sandwich entre acantilados a lo largo de los cuales hay dos grandes senderos costeros. En la zona costera hay una serie de calas rocosas y arenosas vírgenes y dos pequeños puertos, además de los servicios y playas cercanas de Calpe y Moraira.